El conductor de Intrusos decidió hacer foco en un comunicado que escribió hace un tiempo haciendo referencia a su paternidad.
"Hace un año escribí este artículo para el desaparecido diario Libre. Hoy me parece más vigente que nunca cuando, nuevamente, se me intenta atacar por mi bellísimo milagro de ser padre adoptivo.
Lo hicieron los que no me conocían. Ahora los que decían amarme.
Ninguno de los dos logrará que mi orgullo de un paso atrás ni para tomar
impulso. Ser padre no es una cuestión de sangre o de ADN. Por eso vuelvo a publicar esta nota:
No hay una fórmula para ser padre. Te pueden vender la cigüeña que
viene de París, la semillita, el repollo o el más natural y placentero
de hacer el amor con la mujer que elegiste para un compromiso de por
vida. Pero ser padre es otra cosa más complicada y maravillosa. Es un
hilo invisible que te une a tu hijo más allá de la manera en que la vida
los unió. Si lo viste nacer, guardá esa imagen única e irrepetible.
Pero tampoco eso se convierte en un certificado de paternidad
garantizado.
Hay tantas maneras de ser padre. De convertirte en alguien
indispensable en la vida de una persona que también se va a transformar
en indispensable para vos. Un puente que muchos saben cómo se construye,
pero pocos como se transita. No existe la diferencia entre la
sangre y el corazón. Si hasta dicen, y me consta, que los hijos
adoptados terminan pareciéndose a uno.
Podría contarles la cantidad de gestos que me unen a mis soles.
Incluso que me remontan a mi viejo. ¿Cómo les puedo explicar esa
herencia que solo yo conozco? No hay manera de encontrarla. Si a la hora
de estar al lado de tu hijo, el no te pide esa diferencia que solo hace
la naturaleza con cierta cuota de mezquindad. A ellos no les importa
nada de herencias, genes y otras obviedades.
Tu hijo solo quiere que le cambies los pañales cuando ya pesan más
que él y el peligro de derrumbe es inminente. Que estés a su lado cuando
la fiebre parezca un dragón que hay que vencer como si fueras el
Príncipe Valiente. Que los sostengas en sus primeros pasos sin saber que
estas siendo testigo del comienzo de un camino imposible de parar y
que, algún día, los llevara por un desvío que los terminara alejando.
Que intentes, como yo, buscar las palabras justas para decirle que lo amas
y te das cuenta que el idioma, tan bien usado por Cervantes, Cortázar o
Saramago, a vos no te alcanza para describir la felicidad que te
invade. Que su primera palabra, siempre dedicada a mamá, es el sonido
más hermoso que ningún compositor pudo imaginar.
Sentir que esa bandera idolatrada que iza tu hijo tiene más sabor a
Patria de lo que vos te imaginabas. Que cada minuto que tenés que
dedicarle a repasar la regla de tres simple te hace sentir que tu paso
por el colegio no fue en vano. Que verlas crecer es verte a vos mismo madurar. Más o menos eso es ser padre. Quedarte ahí cuando muchos sólo quieren pasar.
Ser padre es maravilloso. No hay mucho más para darle vuelta.
Es como pertenecer a un club exclusivo. Por eso si no los sos, no te lo
pierdas. Si Dios no te dio la suerte de tenerlo
naturalmente, no hay que aflojar. Hay otro acto maravilloso que se llama
adoptar. Dejar que un ser maravilloso te elija como padre y no al
revés, como muchos creen. Que el amor que el necesita se funda
con el que vos tenés para dar. Es tu hijo. Lo sentís en el pecho. En la
mirada que se cruza. En el infinito amor que llegas a producir y que
nunca imaginaste tener. En las preguntas que alguna vez llegan y vos
podes contestar con la misma naturalidad con la que ellos las reciben.
En el abrazo que siguen a esas preguntas.
En saber eludir a los que creen que ser padre adoptivo es un motivo de insulto,
sin saber que cada cosa que te digan te hace más fuerte y más grande. Y
vaya si lo sé. Cada día me lo hacen recordar y cada día me llenan de
valor. El mismo que deben tener, seguramente, quienes eligen alquilar un
vientre para entregar su felicidad de padres. Qué importa como lo
hagan! Qué importa la polémica que traiga, como sucedió con Florencia de
la V. Sólo lo que lloran en silencio, los que sienten que la espera es
larga, que la soledad no es una opción de vida y que la tenacidad es una
herramienta que abre todas las puertas, saben realmente que es ser
padres.
Los biológicos, los que pasaron por largas, caras y a veces
decepcionantes sesiones de fertilización asistida, los que recorren
juzgados con la esperanza en un puño y los que esperan cada noticia de
ese hijo que crece en un vientre ajeno. Me preguntaron que era ser
padre. La verdad no tengo idea. Te sale naturalmente. Es un acto
reflejo de amor eterno. No podría describirlo. Lo que acaban de leer
fue solo lo que salió de mis entrañas mientras sentía las risas de mis
hijas peleándose para ver qué película ponían en la tele. Ven, esto
último es ser padre. Pensar que gasté tantas palabras para decir algo
tan simple".
Jorge Rial.