Más allá del carisma
chabacano y la marca vocal de su cantante, detrás de esa figura
protagónica siempre existió una pequeña orquesta rioplatense con
cantores de reserva y bastante imaginación para colorear ritmos latinos.
Hace varios discos que la ansiedad por retornar a los días de Libertinaje
(1998) transformó la sustancia de alto impacto en un mejunje de
intenciones y pocas canciones para retener.
Había algo de banda aturdida
en Testosterona (2005) y ? (2007); ahora los
himnos para la hinchada bajan un cambio tanto en la lírica como en la
diversidad genérica.
Los mejores momentos de La revuelta
aparecen en las baladas cadenciosas ("No te olvides", "La serpiente",
"El muelle", "El motor"), o en el rocksteady pampeano "Santa Cecilia",
con Vicentico como invitado.
En el plano de la devolución de favores,
Andrés Calamaro se abraza a la banda que lo rescató en el luminoso hit
etílico "Es sólo una parte".
La Bersuit abandonó la etapa escatológica y
parece crecer en las voces de sus cantantes más afinados.
Por Oscar Jalil
Fuente: RollingStoneArgentina / Foto: Web / Video: YouTube.