La bella Scarlett Johansson además de ser una excelente actriz se atreverá a producir una película. Se llamará Crucero de verano y está basada en una novela de Truman Capote escrita en los años 40´. Esta vez la rubia no aparecerá en escena sino tras de cámara.
Acaba de cumplir los 27 años y Scarlett Johansson parece llevar toda la vida en el cine. Una larga carrera y ahora un nuevo interés cinematográfico con el anuncio de su próxima película, Crucero de verano, donde la actriz se pondrá tras de la cámara como realizadora.
No es la primera estrella que cruza esta línea en los últimos años, un campo que cada vez cuenta con más adeptas, a juzgar por el estreno este año de W. E., el segundo trabajo de Madonna como realizadora, y The land of blood & honey, el debut de Angelina Jolie como directora. Otras, como Drew Barrymore, ya están preparando su segundo trabajo como directora tras Whip it (roller girls) en 2009.
Y ahora le toca a Johansson, que ha escogido para su debut la novela de Truman Capote que da título al filme. Crucero de verano, escrita en los años cuarenta, perdida durante medio siglo y publicada en 2005 (en España, por Anagrama), narra la historia de una joven de familia acomodada que, con 17 años, se enamora del empleado de un garaje.
Este no es el primer devaneo de Johansson más allá de la interpretación. Musa de Woody Allen -trabajó a su lado en Match point, Scoop y Vicky Cristina Barcelona- y descubierta para las masas por Sofia Coppola en Lost in translation, la actriz apostó hace tres años por la música editando un álbum, Anywhere I lay my head, en el que su voz aguardentosa recreaba 10 temas de Tom Waits. Repitió la experiencia con otro de duetos junto a Pete Yorn, Break up. Ninguno recibió buenas críticas en la prensa especializada.
Johansson también es reconocida como una de las estrellas con más sex appeal de su generación, siempre presente en las listas de las más atractivas, además de disfrutar de un turbulento año de relaciones personales tras su divorcio de Ryan Reynolds y sus devaneos con Sean Penn en México.
No es la primera estrella que cruza esta línea en los últimos años, un campo que cada vez cuenta con más adeptas, a juzgar por el estreno este año de W. E., el segundo trabajo de Madonna como realizadora, y The land of blood & honey, el debut de Angelina Jolie como directora. Otras, como Drew Barrymore, ya están preparando su segundo trabajo como directora tras Whip it (roller girls) en 2009.
Y ahora le toca a Johansson, que ha escogido para su debut la novela de Truman Capote que da título al filme. Crucero de verano, escrita en los años cuarenta, perdida durante medio siglo y publicada en 2005 (en España, por Anagrama), narra la historia de una joven de familia acomodada que, con 17 años, se enamora del empleado de un garaje.
Este no es el primer devaneo de Johansson más allá de la interpretación. Musa de Woody Allen -trabajó a su lado en Match point, Scoop y Vicky Cristina Barcelona- y descubierta para las masas por Sofia Coppola en Lost in translation, la actriz apostó hace tres años por la música editando un álbum, Anywhere I lay my head, en el que su voz aguardentosa recreaba 10 temas de Tom Waits. Repitió la experiencia con otro de duetos junto a Pete Yorn, Break up. Ninguno recibió buenas críticas en la prensa especializada.
Johansson también es reconocida como una de las estrellas con más sex appeal de su generación, siempre presente en las listas de las más atractivas, además de disfrutar de un turbulento año de relaciones personales tras su divorcio de Ryan Reynolds y sus devaneos con Sean Penn en México.
Nada que disminuya su fama o su carrera, ya que es una de las actrices más disputadas del momento. Acaba de terminar el rodaje de The avengers, donde retoma el papel de Black Widow rodeada de los mayores superhéroes de la Marvel, y está a punto de estrenar We bought a zoo, una película de Cameron Crowe junto a Matt Damon que suena como posible candidato al Oscar.
Además siempre están sus fotos, tanto las robadas de su teléfono móvil como las posadas, que este mes le han llevado a las portadas de Vanity Fair e Interview.
