Pero así fue. Angélica fue acusada de tener conexiones con comandantes guerrilleros del frente 17 de las FARC y suministrar información para extorsionar a los comerciantes de la región. Y más tarde también aseguraron que fue la encargada de planear junto a los cabecillas de la FARC el atentado contra las instalaciones del Hotel Mar Azul, que se produjo el año pasado.
“Se probó que la procesada acudió a los cabecillas de las FARC, con el fin de abogar por sus intereses económicos, dando a los altos mandos de este grupo, información contundente sobre la víctima y planeando el atentado al hotel de su propiedad”, señaló el fiscal de la causa durante el juicio oral.
Angélica niega todas sus conexiones con las FARC y explica que solo pasó cerca de los campamentos guerrilleros para visitar a su familia. Por eso apelará la sentencia.
“Jamás he estado al lado de un arma. Me duele mucho que me envuelvan en esto, que mi hijo piense que su mamá no va a volver a la casa, que no lo va a ver, que no lo va acompañar, a vivir con él. Yo quiero estar con mi hijo para darle lo que mis padres nunca me dieron. Juré nunca separarme de él y hoy no es así. Me duele que me atropellen, le dañen la vida a mi hijo, mi familia y a mí", se lamentó Angélica. (ElArgentino.com)