Gaga, la predicadora

La estrella pop Se convirtió en una evangelista de la auto-aceptación. y los fans juran que les ayuda a mejorar sus vidas. 


Lady Gaga ha sido señalada últimamente por "tomar prestado" el estilo express-yourself-like-a-virgin de Madonna. Pero tal vez la persona que debería estar gritando "plagio" sea Oprah Winfrey. "Sean ustedes mismos, amen lo que son y siéntanse orgullosos, porque nacieron de esta manera", dijo Oprah a sus fans hace unos días. No, espere, no fue la famosa conductora. Fue Lady Gaga en el programa televisivo The View, cuando confesó cómo había sido burlada por sus compañeros de secundario a raíz de su gran nariz y sus dientes de conejo. "La forma en que te molestan en la escuela es algo que se te queda pegado de por vida", dijo.

Para entender por qué el nuevo álbum de Gaga, Born This Way (Nacida de esta manera, editado a fines de mayo en la Argentina) es un enorme éxito a pesar de algunas malas críticas, no escuche sus canciones (además, Madonna las cantaba mejor). Escuche sus sermones. "Yo no era valiente. Esta noche, quiero que olviden todas sus inseguridades", instó a su rebaño en un reciente concierto en Cleveland. "Quiero que rechacen a cualquiera que no los haya hecho sentir aceptados". Gaga insistió con frases como ésa entre set y set, ante los gritos y aullidos de los "pequeños monstruos", como llama a sus fans.

Gaga no da a su audiencia autos gratis ni le recomienda libros, pero sí reparte psicología pop a la generación Glee de manera gratuita, tanto como Oprah lo hizo con las madres de mediana edad y los padres subempleados. Los Pequeños Monstruos lo maman, siguiendo cada movimiento de ella en Twitter (tiene más followers que cualquier otra persona del planeta) y la inundan con e-mails que parecen frases derramadas en el sillón de Oprah. "Querida Madre Monstruo —empieza uno de Ashleigh Hill de Zanesville, Ohio—: Tengo apenas 19 y estoy ayudando a criar a dos niños que ni siquiera son míos. Sé que estoy haciendo lo correcto, pero mi familia me está todo el tiempo encima diciendo que debo volver al colegio y obtener un trabajo de verdad". Tiffany Dissart, 22, una de los esbirros en el concierto de Gaga en Ohio, dice que la estrella pop de 25 años le "da poder. He hablado con jóvenes fans que sufren automutilación, depresión, desórdenes alimentarios, problemas de imagen, cargadas, y que están saliendo. Y dicen: ‘Gaga me ayudó a mejorar’".

Gaga entiende lo que es ser una paria, o al menos una torpe adolescente. Cuando aún era apenas Stefani Germanotta de Manhattan, sus compañeros de escuela católica pensaban que era tan rara que una vez la tiraron en un contenedor de basura. Como explica su amigo Justin Tranter, de la banda Semi Precious Weapons: "Las chicas le preguntaban: ‘¿Por qué te disfrazás así y perdés tanto tiempo produciéndote? ¿Qué sos? ¿lesbiana?". (Respuesta: No. Es que lleva tiempo coser carne a un vestido y hacer un sombrero de teléfono).

"Con su increíble creatividad, ella ilumina los corazones de la gente y le da la fortaleza para salir adelante en estos tiempos turbulentos", dice su amiga Yoko Ono. O, como Gaga predicó a sus fans hace poco: "Conecten, abracen, liberen, amen a alguien". No, esperen, eso lo dijo Oprah. 

Por Ramin Setoodeh (7DIAS)

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